Javier (28 años) guardaba en su escritorio sus ideas para una aplicación móvil. Pensaba, "algún día la desarrollaré”, pero el miedo a no ser perfecto lo paralizaba. En un encuentro, su coach le preguntó: "¿Qué pasaría si en lugar de una aplicación completa, solo crearas una función para probarla con tus amigos?". Javier acciono, lo hizo y un tiempo después, su aplicación estaba lista!
Lucía (24 años) cambiaba de carrera como quien prueba ropa. Comenzó diseño gráfico, psicología, administración… Nada le encajaba y se angustiaba. Tras un proceso de autoexploración y recordar que siempre había disfrutado ayudando a los demás, decidió buscar una forma de sentirse útil. Logro encontrar su propósito. Hoy Lucía genera proyectos que impactan positivamente en el medioambiente y su comunidad.
Sofía (40 años) rechazó la oportunidad de liderar un proyecto importante. Sus inseguridades la perseguían: No estoy lo suficientemente preparada, otros tienen mayores aptitudes que yo, ¿y si me cambia la vida radicalmente?
Finalmente enfrentó sus miedos y aceptó el desafío. La ironía: Su "falta de experiencia" nunca fue un problema real. Ahora lidera el proyecto y estudia gestión.
Los sueños no se hacen algún día, se hacen hoy
A veces no hace falta encontrar, sino dejar de huir
Los límites son como líneas dibujadas en la arena... un día te das cuenta que siempre pudiste borrarlas con un paso